Pero los días y las semanas van pasando con un sol brillante y unas temperaturas propias de la estación veraniega, sin que apenas hayan caído unas gotas de lluvia desde hace mucho tiempo. La fotografía demuestra, precisamente, los efectos de la falta de lluvia en este vehículo que no se lava desde hace mucho tiempo. Los días se presentan nublados y frescos, pero todavía no ha llovido lo suficiente para compensar una sequía que persiste y comienza a resultar inquietante, porque hace falta bastante agua para llenar los pantanos y para que la tierra pueda dar sus frutos, para limpiar la atmósfera, e incluso para lavar ese coche de la fotografía.