Esta palabra estaba vinculada con las cuchillerías, que era donde se vendían -y aún se venden, tal como puede comprobarse- instrumentos de corte como tijeras, cuchillos, navajas y machetes, además de otros similares, y donde también se afilaban y arreglaban esos utensilios.
En otros tiempos incluso arreglaban paraguas, tinas y tarteras, trabajos que ya han quedado totalmente en el olvido con el abaratamiento de los precios, con la utilización de los plásticos, y con el consumismo.