Es una lástima que algunas personas no respeten el mobiliario urbano y todas aquellas cosas que contribuyen a que las poblaciones sean más agradables para todos. La fotografía, tomada en la Avenida das Camelias, de Vigo, es un buen ejemplo. La imagen da buena cuenta de los desperfectos causados por el vandalismo.
Unas personas desconocidas han roto las placas que estaban sobre esos pies de madera y que indicaban el nombre y el tipo de camelios plantados a su lado. No tienen sentido esos desperfectos que deterioran la imagen de la ciudad. Ni siquiera han sido la consecuencia de un robo porque las placas quedaron tiradas en el suelo. Es evidente que el acto ha sido simplemente —y desgraciadamente— por el placer de destruirlas. Así no vamos a ninguna parte.