Hace cuarenta años, o incluso menos, viajar en tren desde Vigo a Santiago de Compostela llevaba alrededor de tres horas. Los trenes eran ferrobuses, algo parecido a un autobús de varios vagones con ruedas sobre las vías, sin comodidades.
Aquella aventura casi ha quedado olvidada en comparación con los trenes actuales de alta velocidad, con asientos cómodos y conexiones eléctricas para los teléfonos y ordenadores, amplios, silenciosos, limpios. En la actualidad, el viaje de Vigo a Santiago de Compostela se puede hacer en un tiempo nunca soñado: aproximadamente una hora, y podría llegar a tener menos duración. Y no sólo cambian los trenes, sino también algunas estaciones.
La fotografía muestra la antigua estación de superficie de Urzáiz, con la Rúa de Vía Norte en lo alto, una imagen que no volverá a existir porque en la actualidad la estación está soterrada, además, la construcción del centro Vialia cambiará totalmente toda la zona.