El eslogan que tiene una agencia de viajes en el escaparate resulta tentador: “El dinero se recupera. El tiempo no.” Es lo equivalente a “viaje ahora y pague después”. Es un mecanismo que algunas agencias de viajes ya lo venían ofreciendo desde hace tiempo, pero ahora se ha generalizado y muchas personas que viajan incluso a los países más distantes, después lo van pagando durante todo el año a medida que se va proyectando un nuevo viaje.
Esa financiación en cómodos plazos, como dicen, es, precisamente, la gran baza de las agencias de viajes frente a las ofertas de internet, que tienen que gestionar directamente los viajeros con un precio más competitivo, pero con el inconveniente del pago al contado. Está claro que hoy en día no viaja quien no quiere.