La ciudad de Vigo ha cambiado notablemente en el transcurso de las dos últimas décadas. Pasó de ser una ciudad industrial sin mayor relieve que la belleza de los alrededores a una ciudad tomada como referencia en muchos aspectos, además de convertirse en un destino turístico destacado. Pero, entre otros cambios positivos, también ha conseguido romper las numerosas barreras arquitectónicas derivadas del relieve de su orografía. La campaña “Vigo vertical” llevada a cabo durante los últimos años por el Concello de Vigo ha conseguido transformar la urbe para hacerla accesible a toda la ciudadanía, y eso es uno de los principales méritos que hay que reconocerle a la alcaldía, con su alcalde Abel Caballero al frente.