Esta observación también podría extenderse a otras poblaciones de O Morrazo, como Moaña o Meira, aunque en esos casos cambia ligeramente el punto de referencia. La ciudad más industrial y la de mayor población de Galicia luce en la distancia como una gran extensión de edificaciones flanqueando el puerto comercial y el puerto pesquero, que están en primera linea junto a un mar cada vez más alejado. El crecimiento ha sido imparable a lo largo de su historia, a pesar de las trabas impuestas desde los poderes fácticos de alguna ciudad del norte gallego, y de la incomprensión y del maltrato del Gobierno de la comunidad autónoma. Lo más curioso de la imagen es su contraste con la realidad de una urbe que comenzó a crecer en torno al monte de O Castro, un monte que antaño estuvo lleno de olivos, que luego estuvo casi despoblado durante años, y que actualmente es un enorme parque urbano de gran belleza.