Así han quedado las calles de la ciudad de Vigo en la semana de los dos festivos, la Asunción y San Roque. El resultado es un auténtico desierto urbano con una imagen muy distinta a la que ofrece en cualquier otra fecha. La fotografía está tomada en la céntrica Rúa Venezuela, una arteria principal en la que habitualmente existe una gran densidad de tráfico rodado. En otras calles también ocurría lo mismo, con la mayoría de los establecimientos hosteleros cerrados.
Esta situación complicó la visita a los forasteros, que no encontraron muchos sitios donde poder comer y se vieron obligados a entrar en las tiendas de 24 horas y en las panaderías casi como los únicos recursos. La ciudad de Vigo está muy bien promocionada actualmente, hay que reconocerlo, sin embargo, tendría que existir una mejor planificación hostelera para que que el turista no se encuentre con todas las puertas cerradas.