Los argumentos en contra son numerosos y van desde la recogida de personas con discapacidad, el aparcamiento de las ambulancias, el servicio de los taxis… Habrá solución para todos los problemas, sólo es una cuestión de sentido común y de actitud positiva. Recordemos, por ejemplo, las manifestaciones en contra de la peatonalización de la Praza da Independencia. Cuando se construyó el aparcamiento subterráneo y cerró al tráfico, todo el mundo estaba indignado.
Sin embargo, ahora todo el mundo está encantado y ya nadie se acuerda de todos aquellos inconvenientes que se apuntaban, de las pancartas y de las consignas. Con el carril bici ocurrirá lo mismo. Por lo pronto, ya se ven a numerosos usuarios con patinetes, con bicicletas, con patines e incluso con sillas de discapacitados. El carril comienza a ser un éxito.