«Se celebra la ceremonia de descubrir la lápida que da nombre a la plaza de la Princesa, en honor de doña Isabel Francisca de Asís y de Borbón, hija primogénita de Isabel II, después Condesa de Girgenti.
España se había conmovido al conocer el atentado de que fuera víctima la Reina por parte del terrorista Martín Merino, que asestó una puñalada a Isabel II, cuando salía de palacio para dirigirse a la iglesia de Atocha, a dar gracias por el alumbramiento de su hija. Por fortuna, aquellos apretados corsés de la época servían para algo más que para torturar a las pobres damas opulentas; en este caso sirvieron para que sus ballenas desviasen providencialmente la punta del puñal regicida. Vigo celebró la suerte de Doña Isabel, dedicando a su hija la plaza que aún lleva el nombre de la Princesa de Asturias».
11 de abril de 1852. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Ediciones Monterrey, 1960).