Por su parte, el aeropuerto Sá Carneiro, de Oporto, ha sabido aprovechar esa situación y ha crecido considerablemente ofertando una gran cantidad de vuelos y con unos precios tan competitivos que, a decir verdad, no resultan fáciles de igualar. Sin embargo, como decimos, en los últimos años el aeropuerto de Peinador, con una nueva terminal adaptada a los nuevos tiempos y con previsión real de futuro, ha incrementado -y sigue haciéndolo- su oferta de destinos, al mismo tiempo que va aquilatando el precio de los trayectos.
Todavía nos queda mucho camino por andar, pero lo cierto es que el esfuerzo del Concello de Vigo para promocionar el aeropuerto local va dando sus frutos y en un futuro -esperemos que no muy lejano- el aeropuerto de Oporto tendrá que borrar el cartel que luce en su entrada y que a muchos vigueses nos resulta tan triste: “O aeroporto de Galicia”.