La fotografía es curiosa y ha sido tomada en una céntrica calle de Vigo. Se trata de uno de esos pisos modernos donde se acumulan las cosas más variopintas. Puede observarse que entre las cortinas y la ventana —seguramente de la sala— está guardada una bicicleta estática para hacer ejercicio cuando no se dispone de tiempo para salir a la calle.
A su lado, una moto eléctrica de juguete para seguir el ejemplo de los mayores y recorrer la casa de un lado para otro. Sin embargo, no se trata de un caso exclusivo, no se trata del único caso donde en una misma casa confluyen aparatos de este tipo, siquiera en el garaje. Vigo es una ciudad donde proliferan las bicicletas y las motos, e incluso los patinetes; Vigo es una ciudad para moverse sobre dos ruedas.