Ahí están los típicos taxis «black cap» de la marca Austin, que en la actualidad ya no son todos negros sino de los más variados colores y cuya fabricación quizá pase a industrias de China. A lo lejos, los autobuses rojos de dos pisos, llenos de anuncios. Y en la esquina, uno de los típicos comercios de lujo de la zona centro londinense. Pero en la placa de la calle, muy próxima, por cierto, a la plaza de Piccadilly Circus, observamos el nombre de «Vigo street», dedicada a lo que para ellos fue una victoria: la batalla de Rande, en la ría de Vigo, en el año 1702. Nosotros, en Vigo, le hemos dedicado una pequeña calle transversal a la calle del Príncipe, quizá porque para nosotros fue una derrota. Pero eso son cosas que ya forman parte de la historia. Ahora es preciso mirar hacia el futuro.