El libro de bolsillo nació en Vigo. Concretamente, en Vigo Street, la calle situada en el centro de Londres bautizada en homenaje a la batalla de Rande, que enfrentó en Vigo en 1702 a la escuadra anglo-holandesa del almirante Rooke contra los galeones de la plata y la flota de guerra del Rey Sol, Luis XIV.
En esta pequeña calle Vigo triunfó, hace menos de un siglo, una idea que revolucionó el mundo editorial mundial: vender libros que cabían en la palma de la mano y que costaban poco más que un paquete de cigarrillos. Así nacía en 1935 Penguin Books, que empezó vendiendo los libros más modestos y hoy es uno de los grandes gigantes editorial del mundo.
En el número 8 de Vigo Street hay una placa que recuerda todo esto, aunque suele pasar desapercibida para los viajeros que visitan esta callejuela situada en lo más turístico de Londres, pues nace en Regents Street, ya muy cerca de Picadilly Circus. El pequeño rótulo está en la acera de los pares, antes de llegar al cruce con Saville Row, la calle de los sastres, donde The Beatles dio su famoso concierto en la azotea en Apple Records, o donde estaba la mansión de Phileas Fogg, el protagonista de “La vuelta al mundo en 80 días”.
Logotipo del pingüino
El mensaje incluye el característico logotipo del pingüino que acompaña a Penguin Books desde su fundación y está fechada el 30 de julio de 1985. Y reza así: “Aquí, hace 55 años, Allen Lane publicó sus primeros libros de bolsillo, cambiando de este modo los hábitos de lectura a través de todo el mundo de anglófono”.
La idea de hacer libros manejables era antigua, pero nunca había triunfado. En la Antigua Roma se encuadernaban los llamados libros “pugilares”, en forma de códice, que cabían en la palma de la mano. Tras la invención de la imprenta, triunfaron algunos códices más manejables, algunos con forma de almanaque que, sin embargo, nunca triunfaron.
Editor Allen Lane
Fue en efecto el editor Allen Lane, en Vigo Street, quien decidió que los obreros británicos tenían que leer libros que pudiesen caber en el bolsillo trasero de su pantalón, que fuesen leyendo en el transporte público y que costasen apenas 6 peniques, no más que un paquete de tabaco. Así nació Penguin Books y, oficialmente, el libro de bolsillo en todo el mundo, en una idea que luego llegó a los Estados Unidos y para dispararse con la explosión del ‘pulp’.
En 1887, dos socios (John Lane y Elkin Mathews), habían fundado en Vigo Street una librería de antiguo, llamada “The Bodley Head”. El nombre venía del busto que lucía sobre la puerta, que era la cabeza de Thomas Bodley, fundador de la gran biblioteca de Oxford. Pronto la librería se convirtió en editorial y alcanzó un éxito notable.
En Vigo Street se publicó la novela de Grant Allen titulada “The Woman Who Did” (“La mujer que lo hizo”), que fue un gran escándalo para su época, en 1895. Sus ideales feministas, con una protagonista que decidía tener un hijo fuera del matrimonio, provocó tal conmoción que hasta tuvo una réplica conservadora, “The Woman Who Did´nt”, la historia de otra mujer que, en su caso, como revela el título, no lo hizo.
Agatha Cristie
Pero la historia de The Bodley Head llegaba a su punto culminante en 1921, cuando publicaron la primera novela de Agatha Cristie, “El misterioso caso de Styles”. Cinco editoriales habían rechazado el manuscrito hasta que John Lane se interesó por él. También hizo algo más: convencerla de que firmase con su nombre y no como Martin West, un seudónimo de hombre, como ella pretendía.
Así que una pequeña librería de Vigo Street haría mucho ruido durante más de un siglo. Por de pronto, gracias a ella conocimos a Hércules Poirot o a la Señorita Marple.
La calle ya tenía su tradición literaria porque, donde hoy hay un Starbucks Coffee, vivía el poeta y parlamentario Richard Sheridan, que protagonizó en 1772 el último duelo a espada que se vivió en Londres. Su oponente fue el capitán Thomas Mathews, con el que se estuvo repartiendo mandobles desde Hyde Park hasta Covent Garden, por todo el centro de Londres, en un suceso que dio tanto que hablar como que se escribieron sobre él varios libros.
En esa época, el estándar para un duelo era la pistola y aquello de la espada quedó entre romántico y antediluviano.
Un millón de ejemplares
Pero volvamos a la editorial, que en 1935 Allen Lane convirtió en Penguin Books. En un año, habían lanzado ya más de un millón de ejemplares de libros baratos en edición rústica, que inundaron el mercado inglés. Inmediatamente, dieron el salto a los Estados Unidos, donde ya la idea había sido casi instantáneamente copiada. Además, la Segunda Guerra Mundial disparó su mercado.
En los seis años de duración del conflicto lanzaron 600 títulos para los soldados ingleses. Y ya desde 1937 se tuvieron que trasladar desde Vigo Street porque el negocio había crecido tanto que tuvieron que salir del centro de Londres, para asentarse en Heathrow, donde hoy se sitúa el aeropuerto.
Penguin Books se ha convertido hoy en un gigante tras fusionarse con otra gran editorial norteamericana, formando el conglomerado Penguin Random House e integrado en la corporación Bertelsmann. Pero todo este imperio nació hace menos de un siglo, gracias a unos modestos libros de seis peniques que comenzaron a editarse en el número 8 de una pequeña calle del centro de Londres: Vigo Street.
Otros artículos de Eduardo Rolland:
Los carnavales más tristes en Vigo: la masacre de 1903 y el incendio de 1910
Vigo, “la ciudad más moderna de Galicia”
Vigo en 1830, en la pionera descripción de Sebastián Miñano
Aquella última nevada en Vigo de 1987
Azaña, enamorado de Vigo: “Es novísimo, rico y a todo lujo”
Vigo, en las imágenes aéreas del Vuelo Americano de 1946 y 1956
1946: Cabalgata de Reyes para niños ‘con carné de pobre’
250 años del nacimiento de Cachamuíña
Cuando tocó la Lotería de Navidad en la Casa de la Collona
La Navidad de la gripe del 18 en Vigo