Así los vigueses pudieron ver en la escena a grandes actores como José María Rodero o Alberto Closas y magníficas actrices como las hermanas Gutierrez Caba o Lola Herrera, entre muchos otros artistas.
El teatro García Barbón se construyó en el solar del antiguo Rosalía Castro, teatro que sufrió un gran incendio 8 de febrero de 1910, y que gracias a los sucesores del sr. García Barbón se pudo construir uno nuevo en su lugar.
El encargo se lo hicieron al arquitecto porriñés Antonio Palacios y el cargo de director de obras lo ocupó el también arquitecto Jenaro de la Fuente. Palacios diseñó un ambicioso proyecto para un complejo cultural formado por dos salas teatrales superpuestas, amplios salones de columnas y una monumental escalera, siguiendo el modelo de la Opera de París.
Las dos salas teatrales, eran el gran teatro con acceso por la calle Policarpo Sanz y la sala Rosalía Castro, de menor tamaño, con entrada por la calle Marqués de Valladares, dedicada a cinematógrafo.
Disponía en la tercera planta de una gran sala de billares, con dos pequeñas dependencias para sala de lectura y buffet. En la planta quinta, figuraba en el proyecto un salón de fiestas, ocupando la totalidad de la fachada principal. Y en la última planta Palacios situaba la “sala de tresillos o fumoir” del anfiteatro con acceso a dos terrazas laterales.
El magnífico teatro se inaugura el veintitrés de abril de 1927, con la obra “Madame Pompadour”, escenificada por la compañía dirigida por Ramón Peña.
Durante muchos años el edificio acogió al Casino vigués, que ocupó el gran vestíbulo y dos salones de la entreplanta, obligando a usar las entradas laterales para acceder a la gran sala.
En 1982 la Caja de Ahorros Municipal compra el edificio que con el tiempo sería el Centro Cultural Caixanova, hoy Afundación.
La rehabilitación del edificio corrió a cargo del arquitecto Desiderio Pernas, que respetó el diseño de Palacios, si bien le añadió una gran sala de conferencias, una magnífica biblioteca y sala de exposiciones. También construyó tres salas de seminarios y un salón de recepciones para 400 personas.
El edificio fue inaugurado de nuevo el 22 de marzo de 1984 con la representación de la obra “Luces de Bohemia”, a cargo del Centro Dramático Nacional.
Hay que precisar que no mencionamos el edificio Fraga en esta relación, ya que aunque tenía categoría de sala de teatro, su importancia deriva de que en la práctica fue una sala de cine.
Pero en Vigo hubo otros teatros de mayor o menor importancia como fueron:
Casa Teatro (más tarde Calderón)
Estaba situado en la actual plaza de la Princesa, esquina a la Puerta del Sol, y fue promovido por Norberto Velázquez Moreno, y sería el gran escenario vigués del siglo XIX. Se abrió en 1832, si bien, se desconoce el arquitecto que diseñó el proyecto de construcción.
Casa Teatro en la Praza da Princesa, reconvertido en viviendas.
Según Taboada Leal, era “el mejor de Galicia” y fue el marco donde tuvieron lugar gran número de representaciones de la época gracias a compañías de España y Portugal.
El teatro cerró sus puertas en 1881 para ser reconvertido en edificio de viviendas y bajos comerciales. Esto supuso que Vigo se quedara sin teatro hasta un año más tarde, cuando se inauguró el Teatro Circo Tamberlick.
Teatro Circo Tamberlick
Inaugurado el 11 de octubre de 1882 con la ópera “Poliuto” de Donizetti, interpretada por el tenor italiano Enrico Tamberlick (imagen de la derecha gentileza de F. Ferreira), que daría nombre al teatro.
El proyecto se debió al arquitecto Domingo Rodríguez Sesmero. El aforo inicial era de ochocientos espectadores, número que aumentaría con reformas posteriores del teatro.
El diseño del mismo contemplaba un gran ornamento, pero la falta de medios hizo que el resultado final tuviera que ser bastante más sencillo que el original.
Fue la sala que cobijó la primera proyección cinematográfica y la primera proyección sonora en marzo de 1930, con la película “El loco cantor” de Al Jolson.
En 1965 fue reformado para acoger el cine Odeón, sufriendo una penosa modificación de su fachada. Fue demolido en 1991.
Teatro Rosalía Castro, (antes Cervantes y antes Romea)
Fue inaugurado el quince de julio de 1900, con la ópera “Lucía”, siendo el arquitecto Domingo Rodríguez Sesmero, interviniendo posteriormente, Benito y Manuel Gómez Román.
Disponía de cantina, venta de tabacos y otra cantina en la planta alta. Tuvo una breve existencia, ya que el ocho de febrero de 1910, sufrió un gran incendio que destruyó el edificio y que tuvo repercusión nacional a través del diario «ABC». A la izquierda, crónica del incendio en las revista «Actualidades».
Otras salas a comienzos del siglo XX, fueron: el Salón de Variedades en 1905, el Salón Pinacho en 1907 y el Salón Vigués en 1910.
Teatro Odeón
Proyecto diseñado por el arquitecto francés Michel Pacewicz pero firmado por su colega Alvarez Reyero, por problemas administrativos.
Fue inaugurado el doce de octubre de 1917 en la esquina de las calles Urzaiz y Magallanes, siendo durante unos años el más importante salón de variedades de la ciudad, si bien en sus últimos años funcionó como sala de cine. Disponía de 794 plazas.
El Odeón, antes de ser demolido.
Fue demolido hacia 1969. Después de su desaparición, Isaac Fraga construyó el Odeón II, en parte del solar ocupado por el Cine Tamberlick, solamente como sala de cine.
Teatro al aire libre del parque Quiñones de León
En 1954 se crea por parte del municipio, el teatro al aire libre del Parque Quiñones de León, en el parque de Castrelos, donde se representarán en la temporada estival, grandes obras de teatro contemporáneo y clásico con numerosa asistencia de público.
En el escenario de Castrelos se escenifican obras como «Las Brujas de Salem» y «La muerte de un viajante», de Arthur Miller; «Un soñador para un pueblo», de Buero Vallejo; «Seis personajes en busca de autor» y «Enrique IV», de Pirandello, y textos clásicos como “El Alcalde de Zalamea», de Calderón; “Fuenteovejuna”, de Lope de Vega; «Hamlet» y «Otelo», de Shakespeare, y «Edipo Rey», de Sófocles.
También se representan, numerosas zarzuelas bajo la dirección de José Tamayo, además de obras de ballet clásico y español.
Auditorio de la Caja de Ahorros Municipal de Vigo
En otoño del año 1969, la Caja de Ahorros inaugura en su propio edificio un pequeño auditorio, en el que además de conferencias y conciertos, acoge también funciones de teatro. No es un verdadero teatro pero ofrece un escenario apto para montajes sencillos. El Auditorio llegó a tener una programación continuada de teatro durante los años 70 y 80.
En Vigo hubo diversas iniciativas teatrales a lo largo de los años como fueron:
«Amigos del Arte»
Fundada en la década de los años 30, contó con magníficos actores, dirigidos por el señor Ochaíta, Carlos Muñoz, José María Seoane, Ignacio Arrondo, Manuel Arrondo, Carmen Arrondo, Angelita Méndez, Francisco Ameijeiras, Pepe Vázquez o Antonio Fernández.
Algunos de ellos se convirtieron en actores profesionales, como Carlos Muñoz y José María Seoane o Ignacio Arrondo, mientras Carmen Arrondo y Pepe Vázquez se pasaron a la radio, trabajando en la emisora local, Radio Vigo.
Asociación de la Prensa
Representaron con muy buen nivel interpretativo textos interesantes, de los principales autores contemporáneos, como Arthur Miller, Buero Vallejo, Diego Fabri, Terence Rattigan, Marcel Achard.
Teatro Popular Galego
A pesar de su corta trayectoria, un año, fue importante su irrupción en el panorama teatral vigués ya que se representó por primera vez teatro gallego, en un teatro público, concretamente, el García Barbón.
Teatro Keyzán
En el 1966 se cumplió el I Centenario del nacimiento de Ramón del Valle Inclán sin embargo, no se realiza ninguna celebración, ni se le rinde ningún homenaje en Galicia. Por esta razón, Maximino Queizán reúne a un grupo de actores y representa la pieza de Valle Inclán «Ugazón», precedida de una charla sobre la obra dramática del genial gallego. Este grupo de teatro tuvo una gran importancia en el medio teatral de Vigo y de Galicia durante más de treinta años.
Cope, Esperpento, Keyzán, Farándula, Escoitade, Alén, Máscara… fueron otros grupos que tuvieron su momento en el teatro vigués de los años 60 y 70.
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La gran factotría textil de Redondela. Confecciones Regojo S.A.
Vulcano, la gran obra de Enrique Lorenzo.
S.R.C., Antonio Alonso, Hijos: una de las grandes conserveras gallegas.
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Pescanova, la revolución de la pesca industrial.
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Faro de Vigo, el decano de la prensa española.
Tranvías Eléctricos, una empresa emblemática de nuestra ciudad.
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