Es posible que estas vistas sobre la ría de Vigo y O Morrazo que se observan desde la Avenida das Camelias tengan el tiempo contado. Igual que otras que podían disfrutarse en otras localizaciones de la ciudad y que se perdieron por los intereses urbanísticos. Acaba el año sin que Vigo tenga el cacareado PXOM (Plan Xeral de Ordenación Urbana).
Cabe preguntarse por qué en la ciudad de Vigo seguimos sin un plan, con la construcción al albedrío de quien manda. El desarrollo urbanístico de la ciudad de Vigo necesita un Plan Xeral que permita a los promotores inmobiliarios saber de antemano las posibilidades reales de sus proyectos, un plan que, además, proteja los intereses de la ciudadanía, que evite todo tipo de abusos urbanísticos, que no termine por destrozar lo que aún queda en pie.