El mirador existente en lo alto del Castro de Vigo ofrece unas vistas espectaculares de toda la ciudad y la ría. En época estival, numerosos forasteros se atreven a subir a lo alto del parque para contemplar la península de O Morrazo, las Islas Cíes, el puerto de Vigo, y tantos otros detalles que sería largo enumerar. El conjunto del parque está bien cuidado, sin embargo, la barandilla del mirador resulta en apariencia endeble y tiene unos carteles de advertencia porque en algunos puntos presenta desperfectos que pueden resultar peligrosos. Nadie sabe por qué se demoran tanto las reparaciones de algo que es imprescindible para la buena imagen de la ciudad de cara al turismo y cuyo coste no debe ser demasiado elevado.