Vuelven las lluvias y el mejor negocio en tiempo de lluvia es la venta de paraguas. Pero es un negocio de temporada y del momento justo en que cae la lluvia cogiéndonos desprevenidos. Ahí es cuando esos vendedores ambulantes que siempre van cargados de pulseras, collares, bolsos, calcetines, e incluso calzoncillos, después de recorrer el centro de la ciudad por todos los rincones sin vender prácticamente nada, aparecen de repente en la escena urbana cargados de paraguas.
Es un buen ejemplo de que durante nuestras vidas tenemos que reciclarnos en función de las circunstancias. Ahora, precisamente, son malos tiempos para muchos negocios y muchos profesionales y no queda otra opción que buscar nuevos caminos. Esa lluvia de la que hablamos al principio es similar a las dificultades que nos están cayendo encima, y es un buen momento para plantearse nuevos rumbos para nuestras vidas.