Este Xardín da Memoria Histórica forma parte del Cementerio Municipal de Vigo, en Pereiró. Pasa inadvertido para la mayoría de la ciudadanía viguesa e incluso para los visitantes del cementerio.
En principio fue un cementerio civil separado del religioso, aunque colindandes, y estaba restringido a los no creyentes. En la actualidad forma parte de un mismo conjunto y ambos cementerios están conectados por esta puerta donde está el cartel que muestra la fotografía.
El significado de la leyenda del cartel se refiere no sólo a las personas que por diferencias en las creencias estaban enterradas separadas del resto, sino a los que fueron ajusticiados por el régimen franquista. Esta parte del cementerio de Pereiró es una visita obligada para conocer la verdadera historia reciente de España.
Allí pueden observarse tumbas que pasan totalmente anónimas porque el tiempo se ha encargado de borrar sus identidades, otras con símbolos masónicos, otras pertenecientes a no católicos, y algunas de personas ajusticiadas, como es el caso de Humberto Baena, que fue uno de los últimos fusilados por el régimen de Franco, poco antes de morir.
En ese jardín también está la tumba del inolvidable poeta Carlos Oroza, con la inscripción de algunos de sus poemas, de enorme significado; y también una placa con un sentido poema de María do Carmo Kruckenbert.