Llevo muchos años tomando fotografías de todo tipo, fundamentalmente de la vida cotidiana y, sobre todo, de la vida urbana. Rebuscando entre esos miles de fotografías acabo de encontrar esta que corresponde a una parada del autobús en la ciudad de Vigo. En la marquesina puede verse un anuncio de un documental de la cadena Odisea. Lo que resulta curioso es que los aborígenes que salen en el documental llevan el pene protegido y tapado con una caña, y parecen estar mirando con curiosidad al hombre que espera el autobús y que, sin inmutarse, se peina utilizando el reflejo de su imagen en el cristal, sin que parezca darle importancia a los hombres que hay al otro lado. Ellos son la imagen de dos mundos muy diferentes y muy alejados geográficamente; dos mundos que sólo parecen separados por un simple cristal.