«Primeiro Vigo, despois Vigo e despois Vigo», aseguró Caballero tras recibir el apoyo de los 17 concejales ganados en las urnas el pasado 24 de mayo y levantar el bastón de mando de la ciudad. En su discurso, destacó los logros de su gobierno local y avanzó que seguirá «en la calle para estar al lado de los vigueses».
El pleno constitutivo de la Corporación Municipal de Vigo se celebró este sábado en el Auditorio Municipal. La sesión comenzó con la formación de la Mesa de Edad, con los concejales de mayor y menor edad, Abel Caballero y Ana Laura Iglesias. Tras informar el secretario de la renuncia de Roberto Lagoa, sustituido por Teresa Egerique, se procedió a la jura del cargo por parte de los 27 ediles. Todos ellos prometieron defender la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Galicia, con ovación especial para Carmela Silva y algún grito de «presidenta». Los tres concejales de Marea de Vigo (Rubén Pérez, Margarida López y Xosé Lois Jácome) introdujeron variaciones en su lectura y añadieron que lo hacían «por imperativo legal» sin renunciar a la defensa de sus «principios soberanistas y republicanos» mientras desde el público se lanzaban gritos de «¡viva la República!».
La presentación de candidatos no deparó ninguna sorpresa. Tal y como estaba previsto, los tres grupos políticos con representación propusieron a sus respetivos líderes, es decir, Abel Caballero, Elena Muñoz y Rubén Pérez.
Rubén Pérez
El cabeza de lista de la Marea de Vigo fue el primero en tomar la palabra para asegurar que «se estas tres patas do pleno funcionamos, o mandato vai a ser produtivo». Pérez aseguró que «algo está cambiando en este país e o bipartidismo está tocado de morte, non vamos a facer unha labor de avestruz». Felicitó a Abel Caballero y le pidió audacia, puesto que coincidió en que «Vigo tiene que cambiar» pero ya le adelantó que «queremos acabar co negocio das concesionarias privadas, queremos saber porque hai concelleiros imputados na nosa Corporación e, sobre todo, porque esta cidade está sendo adornada cando centos de persoas asisten as colas da pornografía da pobreza». «Imos ser leais, cremos no pleno, pero non cremos na lei de grandes cidades, a Marea está aquí para recuperar gran parte do que foi privatizado, o proceso de participación cidadá e imos ter un pé aquí e outro na rúa», afirmó Rubén Pérez.
Elena Muñoz
Elena Muñoz prometió ilusión y responsabilidad, además de agradecer la participación de miles de vigueses. «Tenemos el deber de velar por el bien común, afrontamos una tarea de recuperación económica que no será un trabajo individual, sino colectivo. Vigo siempre ha sido más fuerte desde la unión, no desde la division. Vigo necesita a los demás, igual que los demás necesitan a Vigo. nuestro reto es comenzar a liderar», aseguró la líder del PP. La número uno de los «populares» ofreció su colaboración al servicio de todos los vigueses poniendo los intereses de la ciudad «por encima de cualquier interés personal». Coincidió con Rubén Pérez en la necesidad de «controlar» las concesionarias y mejorar los servicios públicos. «Non estamos aquí para xenerar problemas, senón para resolvelos», concluyó.
Abel Caballero
En su discurso de candidatura, Caballero felicitó a todos los concejales y definió como un «acto de valor» presentarse a las elecciones. «Vigo falou e falou alto e claro, un apoio de case o doble do resto de listas, gañamos no 99% das mesas da cidades e en todos os colexios», recordó haciendo un repaso a resultados de otros lugares de Galicia y España. «Os que viñan de salvadores falsos, a cidade os puso no seu sitio», señaló antes de mencionar expresamente el caso de la rotonda de Coia y la instalación del pesquero «Bernardo Alfageme». «Foi derrotada a demagoxia dos antidemócratas, alí e en todo Vigo. Non van a pedir perdón», dijo provocando la reacción de varias personas del público, que se levantaron y abandonaron la sala entre gritos.
El alcalde hizo también un repaso a la labor del gobierno local durante el anterior mandato y recordó que había estado «en la defensa perenne» de la ciudad. «A nosa man tenida para o diálogo democrático e cooperación, para hacer xuntos esta andadura de Vigo, xuntos iremos mellor, teremos goberno, terei o honor de ser o alcalde porque o deron os cidadáns, e faremos o que máis nos guste, traballar por Vigo, sempre na rúa e aí seguiremos, por eso presento a miña candidatura», finalizó el regidor antes de proceder a la votación de los candidatos. Cada grupo votó por su propio candidato y Abel Caballero quedó proclamado con el apoyo de sus 17 concejales. «Muy por encima de la mayoría absoluta», dijo el propio alcalde.
Tras jurar el cargo, Caballero levantó el bastón de mando por tercera vez consecutiva y se dirigió de nuevo al pleno una vez ya investido como alcalde. «Gracia ao pobo de Vigo pola confianza, nada hai tan importante nin emocionante como ser alcalde, entendemos a mensaxe e seguirémola ao pé da letra. Primeiro Vigo, despois Vigo e despois Vigo», dijo. En un discurso plagado de citas, entre otras de Carlos V, Cervantes y Shakespeare, aseguró que liderará otros cuatro años a la ciudad con un proyecto «indestructible».
Abel Caballero, del ministerio a la victoria «total» en Vigo
Militante del PSOE desde 1980, Caballero fue ministro de Transporte, Turismo y Comunicaciones entre 1985 y 1988, y diputado entre 1982 y 1994. El estrepitoso fracaso que sufrió su candidatura a la Presidencia de la Xunta en 1997, con los peores resultados de una lista socialista de toda su historia, lo apartó temporalmente de la vida política para centrarse en su cátedra de Teoría Económica en la Universidad de Vigo. En 2005 regresó a la primera línea para utilizar el Puerto de Vigo como plataforma de lanzamiento hacia el Ayuntamiento, algo que consiguió en 2007 al lograr nueve concejales, que unidos a los cinco del BNG, supusieron su investidura. Cuatro años después aumentó la cuota municipal socialista hasta los nueves ediles y también logró el apoyo nacionalista para ser investido. En 2015 ha batido todas las marcas registradas en la ciudad durante la democracia: 17 concejales. Ahora, asume el reto de gobernar por primera vez en solitario.Nunca antes nadie había conseguido un resultado tan aplastante en unos comicios locales. Ni el socialista Manuel Soto, que gobernó desde 1979 a 1991, ni la mayoría absoluta del «popular» Manuel Pérez, en 1995. La victoria del actual alcalde fue arrolladora y superó cualquier registro logrado antes al llegar a los 17 ediles.