Abel Caballero es el protagonista absoluto en su cartel electoral. Por su tirón, porque es conocido por el 99,9% de los vigueses y porque su política siempre se ha basado en el personalismo. Su cara ocupa la mayor parte del anuncio que ya puebla las calles de la ciudad junto al lema “Sí, somos Vigo”, bajo el cual aparece su nombre. En pequeño y en una esquina se puede ver el logo del PSOE. La pose de Caballero, por cierto, es idéntica a la de 2015.
Más personalista si cabe es la creatividad escogida por el PP, con un primerísimo primer plano del rostro de Elena Muñoz. En este caso, la elección de centrarse tanto en la persona puede responder a un intento de contrarrestar el desconocimiento que había de ella en las pasadas elecciones de 2015. Nuevamente, bajo el eslogan (“Vigo es más”) se lee el nombre de la candidata. Y en pequeño, aunque más arriba, aparece la imagen del partido.
También la necesidad de darse a conocer ha podido influir en el diseño del cartel del BNG, cuyo cabeza de lista, Xabier P. Igrexas, prima por encima de todo en la imagen. En este caso el lema de campaña, “Agora si”, se hace notar más y se ve acompañado de una segunda idea: “Coas ideas claras”. También se intuye de fondo una fotografía de la ciudad. Eso sí, otra vez el nombre del partido se ve relegado a una esquina.
No sucede lo mismo con Marea de Vigo y Ciudadanos. Ambos dejan bien claro a qué fuerzas políticas representan. Aunque Rubén Pérez acapara más de la mitad del cartel, la coalición está bien presente dentro de un círculo violeta y acompañado de un juego de palabras: “Ben Común” con las letras “en” destacadas, haciendo un guiño a “En Común”.
Por su parte, el candidato de Ciudadanos, Javier Alonso, destaca claramente sobre el resto de elementos pero logra cierto equilibrio. Aparece con una imagen del puerto olívico de fondo y con el lema de la campaña, que es el mismo que el de las elecciones generales (“Vamos”) pero con el nombre de Vigo añadido debajo. Mientras, la formación ocupa su espacio en la parte inferior pero en letras perfectamente legibles a distancia y reforzadas por su habitual color naranja.