La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra acogerá desde el próximo lunes y durante toda la semana el juicio contra nueve acusados de conformar una organización criminal de tráfico de drogas que, durante el confinamiento, en 2020, trató de introducir al menos 3,2 toneladas de cocaína en Galicia en un narcovelero.
En concreto, se sentará en el banquillo tanto el cabecilla, para el que Fiscalía pide 18 años de prisión y una multa de 360 millones de euros, como otros ocho acusados, que se enfrentan a 13 años y medio de cárcel y multas de 300 millones de euros por la «extraordinaria gravedad» de sus delitos. El Ministerio Público apunta, no obstante, que «no ha sido posible identificar a todos los implicados» en esta organización criminal.
El fiscal considera que todos los procesados, en diferentes grados, participaron de una organización criminal que preparó y organizó un desembarco de cocaína en Galicia en marzo de 2020, en pleno confinamiento, empleando para ello un narcovelero adaptado y varias lanchas rápidas, entre otros elementos.
El velero «Benirrás», que figuraba como dado de alta desde diciembre de 2020, apareció fondeado frente a las costas de A Guarda después de que los agentes de la Udyco y la Edoa interceptasen a las lanchas rápidas que se encargaban del desembarco de droga.
En total, los agentes estiman que en el narcovelero eran transportados, al menos, 3,2 toneladas de cocaína distribuidas en fardos, con un valor en el mercado ilícito que superaría los 127 millones de euros.
Tanto en las lanchas intervenidas como en los registros domiciliarios de los procesados en distintos puntos de la geografía española, los agentes se incautaron de una importante cantidad de teléfonos móviles, GPS, tarjetas SIM, discos duros o vehículos, entre otros elementos relacionados con el tráfico de drogas.