Agentes policiales han relatado este martes cómo frustraron el desembarco de los más de 3.000 kilos de cocaína transportados a bordo de un ‘narcosubmarino’ que acabó hundido en la ría de Aldán en septiembre de 2019 por parte de su tripulación. Durante la segunda jornada de la vista oral del juicio que se celebra en la Audiencia de Pontevedra contra las siete personas vinculadas con esta operación de narcotráfico, los agentes explicaron que la intención inicial de los tripulantes era traspasar la droga a un barco para luego llevarla a tierra.
Finalmente, ante el mal tiempo y las sospechas de que podrían haber sido descubiertos, la organización optó por hundir la embarcación frente a Aldán, salvar a los tres tripulantes y regresar días más tarde a por la droga empleando medios subacuáticos para recuperarla. Según revelaron dos guardias civiles ante el tribunal, las luces empleadas tanto por los tripulantes de la embarcación como por los que les esperaban en tierra alertaron a las autoridades, que ya estaban prevenidas de la posible aparición de una «embarcación inusual».
Ambos se encontraron con uno de los acusados, Rodrigo Hermida, que era quien estaba esperando a los tripulantes en la playa de Foxo, cerca de Punta Couso (extremo sur de la ría), que tenía las luces de su coche encendidas hacia el mar y bolsas con ropa en el maletero del coche. Alegó, detallaron los agentes, que «se había enfadado con su novia y quería desconectar un rato» y como no tenía antecedentes le dejaron irse del lugar, aunque ante la extrañeza de que estuviese iluminando con el coche hacia la playa «miramos hacia donde estaba enfocando».
Luces de linternas
Fue entonces cuando advirtieron las luces de tres linternas, que portaban hombres vestidos con neopreno que estaban saliendo del agua por una zona de rocas llevando dos maletas y una bolsa a los que «les dimos el alto y empezaron a correr». Tras una persecución, los agentes solo lograron interceptar a uno de ellos, que intentó escapar a nado «pero estaba muy cansado y tuvimos que ayudarle a salir del agua».
Con el neopreno, días después
Este resultó ser Pedro Roberto Delgado, uno de los tres tripulantes que reconocieron, en primera jornada de la vista oral, haber cruzado el Atlántico en el narcosubmarino, entre Brasil y Galicia, mientras que a los otros dos los hallaron, aun con el neopreno puesto, días después. La ropa que Hermida llevaba en el coche fue otro de los hilos del que tiraron los investigadores para identificar al resto de los implicados, ya que la Policía Nacional descubrió la tienda en la que se habían comprado y revisaron las cámaras de seguridad.
Ropa y barritas
En ellas comprobaron que otros dos de los acusados, entre ellos Iago Serantes -considerado el cabecilla de esta trama-, fueron los que adquirieron la ropa y las barritas energéticas que debían entregar a los tripulantes tras el desembarco. Además, en el juicio los agentes también detallaron los movimientos de los acusados que estaban en tierra para intentar contratar un barco, un vehículo todoterreno ‘pickup’ y un camión supuestamente para el traslado de la droga, si bien todos los intentos resultaron infructuosos.
Declaración de testigos
La vista oral continuará este miércoles con la declaración de varios testigos y, previsiblemente, también la de los cuatro acusados que negaron su participación esta operación y que, según los investigadores, organizaron el narcotransporte desde tierra.