La sección segunda de la Audiencia de Pontevedra ha condenado a quince años de cárcel a Carlos Silla por el alijo de tres toneladas de cocaína del narcovelero Benirrás, que llegó a la ría de Arousa en tres planeadoras en marzo del año 2020, en pleno confinamiento por la pandemia de la Covid-19.
El tribunal provincial también ha impuesto a Carlos Silla el pago de dos multas de 360 millones de euros cada una, como autor de un delito grave contra la salud pública.
En la sentencia, recogida por Europa Press, se considera probado que él estaba al frente de la organización de narcotraficantes. Carlos Silla se encuentra en una prisión en Portugal cumpliendo otra condena de catorce años por otro transporte de droga de 5.200 kilos de coca.
Esta vez, la confesión de Antolín Fernández Pajuelo ha sido un elemento determinante en esta nueva sentencia condenatoria. La admisión de su participación en esta actividad delictiva ha supuesto para él una condena de 6 años y 3 meses de cárcel, además de dos multas de 130 millones de euros. Igualmente, los otros dos acusados que admitieron su autoría, César R.R. y José D.R.S., han sido condenados a 6 años y 3 meses para el primero y para el segundo 3 años y 4 meses.
Para el resto de procesados –J.H.G.R., J.O.T.A., J.M.V. y J.F.A.E.–, las penas impuestas son para cada uno de ellos de 10 años y 6 meses de prisión y dos multas de 300 millones cada una.
En este fallo judicial se considera probado que Silla era el dueño del Benirrás y también de otras embarcaciones que empleaba para el narcotráfico.
El velero fue preparado en el puerto de Portonovo y Pajuelo se encargó de su traslado a Huelva y también de patronearlo hasta un punto a cien millas de la costa, frente a Ribeira, en el que entregó un cargamento de, «cuanto menos», 3.200 kilos de cocaína a tres lanchas rápidas, una de las cuales estaba balizada por las fuerzas de seguridad por una investigación anterior sobre la fabricación de lanchas para el narcotráfico.
La Guardia Civil obtuvo una nueva autorización del juzgado de Cambados para activar dicha baliza pocos días antes del desembarco, lo que propició un amplio despliegue de Policía Nacional, Aduanas y Guardia Civil que lograron detener a tres de los tripulantes de esas narcolanchas e incautar gran parte de la droga que iba a ser desembarcada.
La sentencia también recoge como hecho probado que los procesados se deshicieron del Benirrás hundiéndolo cerca de A Guarda, se fueron en una zodiac pequeña, y se llevaron dos fardos grandes de cocaína, porque pensaban que igual no les pagaban.
Contra esta sentencia cabe interponer recurso ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).