La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a tres años de cárcel a un hombre por abusar sexualmente de la hija de su expareja, de 13 años. El tribunal considera acreditado que el sospechoso realizaba tocamientos a la menor, que presenta “retraso madurativo”, bajo el pretexto de “jugar a las cosquillas”.
El imputado cometió los abusos cuando la niña, que lo consideraba como su padre, pernoctaba en su vivienda en compañía de su hermano, hijo del condenado.
El tribunal tuvo en cuenta a la hora de dictar la pena la atenuante muy cualificada de reparación del daño, pues el acusado consignó 3.000 euros, que fue la cantidad reclamada en concepto de responsabilidad civil por la Fiscalía.
Además, los magistrados lo inhabilitaron para ejercer cualquier profesión u oficio que conlleve contacto regular y directo con menores durante seis años y le impusieron la prohibición de comunicarse y aproximarse a la víctima durante cinco años, así como cinco años de libertad vigilada.