La sección sexta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha revocado una sentencia de un Juzgado de Primera Instancia de Vigo, y ha condenado al hospital Vithas Vigo a indemnizar con 35.000 euros a la familia de una paciente a la que diagnosticaron una lumbalgia cuando, en realidad, tenía un cáncer de pulmón avanzado, y que acabó falleciendo semanas después.
El Juzgado de Primera Instancia desestimó la demanda interpuesta por la familia, pero la Audiencia ha estimado las alegaciones presentadas, y considera que los profesionales de este hospital privado no actuaron con la diligencia debida ni tuvieron una actitud proactiva para «hacer una indagación más exhaustiva» sobre el origen del dolor que refería la paciente.
Según se recoge en la sentencia del tribunal provincial, desde principios de enero de 2019, la mujer acudió varias veces al hospital por un dolor en un hombro y por una fractura de rodilla. En ese momento, se le pautó rehabilitación y fármacos, pero con el paso de los meses el dolor no mejoró.
Hacia final de ese año, la mujer acudió a Urgencias del hospital con un dolor intenso en la región lumbar/costal, y se le diagnosticó una lumbalgia. Ese dolor fue empeorando con el paso de los días, e hizo que la paciente acudiera varias veces al hospital, obteniendo siempre el mismo diagnóstico.
Además, en esas semanas, la mujer refirió dificultades para respirar, pérdida de peso y otros síntomas. Finalmente, en enero de 2020 acudió al Chuvi y, en una primera radiografía, le detectaron un derrame pleural.
Tras ingresar en neumología y ser sometida a varias pruebas, se confirmó el diagnóstico: tenía un adenocarcinoma pulmonar en estadio IV con metástasis y afección en la pleura, el fémur, las costillas, las vértebras y la región ilíaca. Su situación era tan complicada que solo se le pudieron aplicar tratamientos paliativos, y el 17 de febrero de 2020 falleció.
La Audiencia considera que la falta de mejoría de la paciente debió alertar a los profesionales del hospital Vithas, así como la persistencia del dolor o las dificultades respiratorias, «y no se le hizo una simple radiografía».
Por ello, estima el recurso interpuesto por la familia, revocando la sentencia del juzgado de primera instancia, y condenando al hospital y a su aseguradora a indemnizar al recurrente con 35.000 euros más intereses.