Un hombre ha aceptado una pena de 4 años de prisión por agredir sexualmente a una joven al regresar de una boda celebrada en Oia y amenazarla de muerte cuando la víctima lo contó.
La vista de conformidad se ha llevado a cabo en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, y en la misma el varón se ha reconocido autor de un delito de abuso sexual, tres delitos leves de amenazas y otro delito leve de daños.
Por ello, ha sido condenado a 4 años de prisión y al pago de una multa de 480 euros por los otros cuatro delitos leves. También tendrá que abonar una indemnización a la joven de 3.000 euros y las costas judiciales.
Los hechos, según recogía el escrito de acusación, tuvieron lugar el 19 de mayo de 2019, cuando la víctima y el presunto agresor viajaban en la parte trasera de un coche de regreso de una boda celebrada en Oia. En el vehículo también iban los padres de la chica y un niño de cinco años.
Aprovechando que tanto la joven como el niño se habían quedado dormidos, el procesado metió la mano por debajo del vestido de ella, le apartó la ropa interior y le introdujo los dedos en la vagina, instante en el que ella se despertó y le apartó con un manotazo, sin que sus padres advirtiesen lo sucedido.
En un primer momento, la mujer no denunció, pero sí contó lo sucedido a la pareja del acusado. Como consecuencia, tanto en el mes de julio como en octubre del mismo año, en dos ocasiones que se cruzó con ella, la insultó y le dijo que «la iba a matar». Ese mismo mes causó daños al vehículo del padre de la víctima durante la celebración del cumpleaños de un conocido común.
Fiscalía consideraba los hechos constitutivos de un delito de abuso sexual, de tres delitos de amenazas y de un delito leve de daños. Por ello, solicitaba hasta seis años de prisión y la expulsión del país en el momento de acceder al tercer grado, dado que el acusado es de origen uruguayo.
Por cada uno de los delitos de amenazas reclamaba una multa de 540 euros y solicita para la víctima una indemnización de 3.000 euros por el daño moral.
Finalmente, el hombre fue condenado a 4 años de cárcel y a una multa de 480 euros, además de al pago de la indemnización de 3.000 euros. En la conformidad, el juez ha explicado que, una vez sea firme, la ejecución de la pena podría ser sustituida por la expulsión del hombre del país.