Un vigués de 50 años protagonizó este fin de semana un peculiar incidente de circulación. El hombre fue visto en torno a las 08.00 horas del sábado realizando “cambios de carril de manera errática” en la calle García Barbón. Fue una patrulla de la Policía Local quien lo detectó en primera instancia pero poco después el 092 recibió la llamada de un conductor de Vitrasa que alertaba de la conducción “temeraria” de este coche, que en un momento dado se había colocado delante del autobús urbano y luego había frenado “de manera brusca”.
Además, a las 08:30 horas, otro agente municipal observó a este mismo automóvil aparcando en la confluencia de la avenida de Castelao con la calle Tomás Paredes. El policía se dirigió al individuo y le pidió que apagara el motor y retirara las llaves del contacto. Sin embargo, en lugar de obedecer, el sujeto “inició la marcha de manera brusca y abandonó el lugar a gran velocidad en dirección a la plaza de América”.
El agente había apuntado previamente la matrícula, por lo que la Policía Local pudo averiguar dónde vivía esta persona. Una vez en el lugar, en la calle Romil, los efectivos desplazados efectuaron varias llamadas al piso en cuestión y el hombre salió a la ventana.
Tras ser preguntado por los hechos, alegó que le habían robado el coche por la noche pero reconoció que no había presentado ninguna denuncia por ese supuesto robo. No conforme con ello, según informa el cuerpo municipal, exigió a los agentes que no le molestaran.
Entre los policías movilizados a la vivienda de este individuo se encontraba el que había intervenido con él en Coia, quien reconoció al conductor fugado “sin ningún género de dudas”. Por ese motivo, se instruyeron diligencias para imputarle un delito contra la seguridad vial.