A pesar de que el comportamiento de la “inmensa mayoría” de los ciudadanos y empresarios del sector de la hostelería fue “ejemplar”, según afirma la Policía Local de Vigo, los agentes del cuerpo municipal constataron este fin de semana algunos incumplimientos de la nueva normativa vigente para contener la pandemia de la Covid-19.
Concretamente, a las 03:15 horas del sábado el 092 recibió una llamada anónima que informaba de que en un local de la Estrada do Monte Alba había un grupo de personas celebrando una fiesta. En el citado lugar se localizó a 9 personas, que fueron propuestas para sanción por encontrarse más de cuatro no convivientes juntos en el mismo lugar, así como por no hacer uso de la mascarilla y por no respetar el toque de queda.
Posteriormente, a las 20:10 horas del mismo día, también mediante llamada anónima, se alertaba de que en la calle Barcelona había un establecimiento con clientes en el interior. A la llegada al lugar de una patrulla, los efectivos desplazados se encontraron la verja medio bajada y a la propietaria en el exterior. Según indicó ésta, no había nadie en el interior del local salvo su hija, que le estaba ayudando a limpiar.
Los agentes entraron en el local y vieron a la chica, que “respaldó las manifestaciones de su madre respecto a que únicamente se encontraban allí ellas dos”. Sin embargo, en ese instante “escucharon ruidos al fondo del local, por lo que se dirigieron hacia allí y localizaron a un varón escondido en el baño con una copa de whisky en la mano y sin mascarilla”.
Según relata la Policía Local en un comunicado, la patrulla decidió seguir inspeccionando el bar y accedió al “servicio de señoras”, donde encontró a “tres mujeres ocultas en el interior, cada una con su respectiva consumición en la mano y todas sin la mascarilla”.
Posteriormente, en la cocina, que tenía la puerta cerrada, apareció quien dijo ser copropietario del local y pareja de la primera mujer. Al entrar en esa estancia, los agentes hallaron en un almacén unas escaleras que daban acceso a un patio trasero, por donde “probablemente habría salido más gente”.
Todas estas personas fueron propuestas para sanción por encontrarse más de cuatro no convivientes en el mismo lugar, así como por estar sin mascarilla. Además, los dueños del local fueron denunciados por incumplir el horario permitido, que fija el cierre de los negocios de hostelería a las 17:00 horas.
Robo y toque de queda
Además, la Policía Local de Vigo también detectó a un grupo de personas saltándose el toque de queda en un domicilio particular durante la madrugada del sábado al domingo. Lo curioso de este caso es que fue el robo de un teléfono móvil el que destapó esta infracción.
En un primer lugar, una dotación del cuerpo municipal que ofrecía apoyo a otra de la Policía Nacional se dirigió a la calle Urzaiz, donde una persona denunciaba que le habían robado en el coche. El sujeto informó a los efectivos desplazados de que se había olvidado su móvil en el vehículo y pocas horas después, al ir a recogerlo, se encontró el automóvil abierto y comprobó que alguien se había llevado el teléfono.
El individuo activó la aplicación de ubicación por GPS, que permitió localizar el dispositivo en la Travesía de Vigo, lo cual fue notificado a la Comisaría de Vigo-Redondela. Así, se activó un operativo de búsqueda coordinada que permitió averiguar que una persona había accedido a un piso con un celular que coincidía con la marca del sustraído.
Una vez en el lugar, los agentes comprobaron que en esa vivienda había “varias personas” incumpliendo el toque de queda. Por ello, procedieron a su desalojo y a denunciar a todas ellas. En el grupo se encontraba un vigués de 53 años que fue detenido por ser la persona que había robado el móvil.