Un vecino de Vigo de 45 años ha quedado imputado por un delito contra la seguridad vial después de que fuera detectado circulando a 193 kilómetros por hora en un tramo limitado a 80 km/h. Según ha informado este miércoles la Guardia Civil, los hechos se produjeron el pasado 31 de agosto en el kilómetro 8 de la VG-20. Un radar veloláser alertó de la excesiva velocidad del vehículo, que no pudo ser interceptado por la patrulla que se encontraba notificando las infracciones.
A partir de ahí, el Subsector de Tráfico de Pontevedra inició una serie de gestiones para averiguar quién iba al volante del automóvil y el 10 de septiembre se pudo localizar el coche en Vigo. Según indica el Instituto Armado, el conductor “reconoció ser el que conducía el día de la infracción”.
Por ello, se le notificó su condición de investigado. El delito puede acarrearle una pena de prisión de 3 a 6 meses, una multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. En todo caso, la infracción lleva aparejada la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
“Este tipo de conductas constituye uno de los principales factores de riesgo que concurren en los accidentes en general, y de los más graves en particular, por lo que son un importante problema de seguridad vial, no solo para los responsables sino también para el resto de usuarios de la vía”, advierte la Guardia Civil.