La Policía Nacional ha detenido en Vigo a un vecino del municipio de A Lama, de 51 años, como presunto autor de un delito de robo con violencia. El sujeto, que tiene 52 antecedentes policiales a sus espaldas, está acusado de atracar una pastelería situada en la calle Zamora. El suceso se produjo poco antes de las 19.00 horas de este domingo, momento en el que un ciudadano llamaba al 091 para alertar de una supuesta riña entre dos personas.
Según ha informado este lunes la Comisaría de Vigo-Redondela, una dotación que realizaba labores de prevención de la delincuencia en la zona se dirigió al lugar y a su llegada se encontró a un hombre que, desde el interior, intentaba abrir la puerta del establecimiento a base de empujones y golpes. Al ver a los agentes “se tornó más violento” para lograr salir. Los policías accedieron al interior del local “con sumo cuidado”, ya que el sujeto tenía un cuchillo a su lado. La patrulla consiguió reducirlo e inmovilizarlo. Además, al cachearlo le localizaron escondida entre su ropa “una importante cantidad de dinero”.
En ese momento salieron de la trastienda una dependienta del establecimiento y un testigo de los hechos, que manifestó que cuando se encontraba frente al local, escuchó a la víctima gritar y observó cómo un individuo se acercaba a ella. Cuando entró para auxiliarla comenzó un forcejeo entre ambos varones, cayendo los dos al suelo y rompiendo un cristal del expositor, momento en que el asaltante “sacó un cuchillo y se lo intentó clavar”. No obstante, el hombre evitó la agresión y posteriormente se parapetó con la dependienta en un cuarto interior para que no ser herirlos.
Paralelamente, otra persona que estaba en el exterior escuchó los gritos y vio a este individuo armado con un cuchillo y a la pareja encerrándose en trastienda, por lo que procedió a cerrar la puerta de acceso a la calle por fuera, impidiendo así que el atracador pudiera abandonar el local.
Tras el arresto, los agentes trasladaron al sospechoso a un centro médico para que fuera atendido de los cortes que presentaba en la mano y que se había hecho al caer contra el cristal. Mientras estaban allí, los policías tuvieron conocimiento de que previamente había accedido al interior de otra tienda de la misma calle y había intentado obtener dinero, pero al ver que había más personas “se marchó huyendo a la carrera”.