Un vigués de 46 años ha sido detenido este fin de semana por la Policía Local por un delito de violencia de género. El hombre está acusado de agredir a su esposa en la madrugada del sábado al domingo, cuando presuntamente llegó a casa en estado de embriaguez y pegó a su pareja tras iniciar una discusión. La mediación del hijo de ambos resultó fundamental para que el sujeto cesara en su actitud violenta e interviniera el cuerpo municipal.
Fue el joven, de 17 años, quien llamó al 092 al presenciar la agresión. Cuando una patrulla llegó al edificio en el que se habían producido los hechos, los agentes vieron salir a dos hombres, ambos hermanos, que fueron interceptados ante la posibilidad de que estuvieran implicados en lo ocurrido.
Uno de los miembros de la dotación se quedó en el exterior con ellos, mientras el otro fue hasta la vivienda para entrevistarse con la víctima. Ella estaba acompañada de su hijo, que relató que su padre había llegado a casa en evidente estado de embriaguez, inició una discusión con su madre y, en un momento dado, comenzó a zarandearla y a propinarle patadas. Acto seguido, la sujetó con fuerza del cuello hasta que el joven se interpuso y logró liberarla.
Ella aprovechó para abandonar la estancia y evitar más agresiones y el chico efectuó la correspondiente llamada a la Policía Local. Asimismo, puso el hecho en conocimiento de su tío y hermano del acusado.
La mujer relató que las agresiones se habían convertido en habituales, pero que nunca le había denunciado. Los agentes comprobaron que presentaba heridas visibles el cuello, pecho y el brazo izquierdos enrojecidos, por lo que procedieron al arresto del sospechoso.