Un vigués de 46 años fue detenido en la madrugada del último día de 2022 por quebrantar una orden de alejamiento sobre una mujer con la que viajaba en un vehículo por la ciudad olívica. El individuo conducía el coche por la Gran Vía cuando una patrulla de la Policía Local que realizaba un control de tráfico dio el alto al automóvil, que tenía la ITV caducada.
Según ha informado este martes el cuerpo municipal, al hablar con el sujeto que iba al volante, los agentes se dieron cuenta de que presentaba “signos externos compatibles con el consumo de bebidas alcohólicas”, por lo que le sometieron al test de alcoholemia, en el que dio positivo “con tasa administrativa” (entre 0,25 y 0,60 mg/l de aire espirado).
El conductor facilitó sus datos personales de palabra porque supuestamente no llevaba encima la documentación. La información proporcionada hizo sospechar a los efectivos policiales, que acabaron averiguando que estaba dando los datos de su hermano en lugar de los suyos propios.
Eso no evitó que finalmente fuera identificado y que se descubriera que figuraba en vigor una orden de alejamiento, dictada por el Juzgado de Violencia contra la mujer número 1 de Vigo sobre la persona que le acompañaba. Adicionalmente, le constaba una prohibición de conducir vehículos a motor hasta finales de 2023, dictada por el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo.
Antes trasladarlo a la jefatura municipal, se le sometió a un cacheo superficial en el que se le intervino un envoltorio plástico, que presumiblemente contenía cocaína. Posteriormente, fue sometido a la prueba de tóxicos, que arrojó un resultado positivo en anfetaminas.
Así, finalmente también se le propuso para sanción por tenencia ilícita de estupefacientes, por facilitar datos falsos y por dar positivo en el test de drogas.