La Policía Local de Vigo ha tenido una actividad intensa este fin de semana por robos en las zonas de Samil y Alcabre. Unos jóvenes entraron a robar en un quiosco cercano a la playa en la madrugada del sábado y, ya por la tarde, se produjo un intento de asalto a una vivienda.
Según ha informado el cuerpo municipal este lunes, el primer suceso se produjo en torno a las 03:20 horas. Un testigo alertaba en ese momento al 092 de que había saltado la alarma de un quiosco en la Avenida de Samil. Las patrullas que se desplazaron al lugar vieron a su llegada cómo cuatro jóvenes emprendían la huida a la carrera, saliendo de la parte lateral del establecimiento, donde se hallaron unas linternas y guantes tirados en el suelo.
Las dotaciones empezaron a perseguir a los sospechosos y pudieron dar alcance a uno de ellos, de 21 años. Paralelamente, se encontraron en las inmediaciones dos ciclomotores con dos cascos encima de los asientos, preparados para la huida, pero la aparición de los agentes frustró la escapada por carretera. Ambos fueron son retirados al depósito municipal para ser puestos a disposición judicial.
La Policía Local avisó de lo ocurrido al propietario del local, que mostró su intención de interponer una denuncia. El cuerpo municipal, que acabó arrestando al joven atrapado, también le trasladó la conveniencia de aportar las imágenes de las cámaras de seguridad.
Entrada en una vivienda
Horas después, a las 15.30 horas de ese mismo sábado, un vecino de la Avenida Atlántida llamó al 092 porque había oído el ruido de una radial y, al comprobar a qué se debía, vio a una persona irrumpiendo en una casa cercana.
La patrulla desplazada al lugar observó a su llegada una ventana forzada. Al levantarla parcialmente, halló a un hombre en el interior. El sujeto tenía en sus manos una radial. Los agentes también apreciaron que la puerta del domicilio estaba forzada.
El sospechoso trató de justificar su presencia diciendo que la entrada estaba abierta y que había accedido “a ver qué había dentro”. Una explicación que resultó inverosímil para la Policía Local. El hombre, de 55 años, también llevaba consigo un martillo y una pata de cabra. Finalmente, fue detenido.