La Policía Local de Vigo detuvo esta pasada a un vigués de 28 años por un delito de violencia de género, después de que presuntamente agrediera a su pareja en el domicilio en el que ambos conviven. El arresto se produjo en torno a las 02.30 horas. Minutos antes el 092 había recibido la llamada de unos vecinos para alertar de que estaban escuchando unos gritos de auxilio.
Los agentes, una vez en el lugar, pudieron escuchar los gritos y subieron a la carrera al piso del que procedían. Tras llamar varias veces a la vivienda, un joven les increpó desde el interior y les avisó de que no les abriría sin una orden judicial. Los policías le advirtieron de que en ese caso, ante la fundada sospecha de que se podía estar produciendo una agresión, derribarían la puerta.
“El hombre entreabrió la puerta, pero la flanqueaba e impedía entrar a los agentes, que le instaron a que dejase salir a la mujer para comprobar su estado. Finalmente, accedió y pudieron comprobar que presentaba numerosas marcas de pelea, tales como arañazos en el cuello y en el escote, además de tener las mejillas rojas y el párpado derecho rojo y algo hinchado”, indica la Policía Local.
En ese momento, los efectivos desplazados a la casa le preguntaron a la víctima por lo sucedido, momento en el que ella “comenzó a llorar, siendo incapaz de articular palabra y mostrándose aterrada”.
Así, ante los testimonios de los vecinos y aunque la mujer no quiso denunciar, los agentes entraron en la vivienda y detuvieron a sospechoso. Además, ofrecieron a la joven ser trasladada a un centro médico para ser atendida de sus heridas, pero se negó, entre otras cosas, porque estaba atendiendo a un bebé de unos 7 meses y tenía a otro niño de 6 años durmiendo en una de las habitaciones de la vivienda.