La Policía Nacional ha detenido a un vigués de 45 años por un delito de tenencia de armas y explosivos después de que fuera sorprendido por una patrulla camuflada caminando por la Travesía de Vigo en la madrugada del sábado al domingo. Los agentes lo reconocieron de intervenciones anteriores, por lo que se acercaron a él y le preguntaron qué hacía a esas horas en la vía pública. Aunque el hombre alegó que estaba buscando una farmacia, la “actitud sospechosa que mostraba” les llevó a cachearle.
Fue así cómo le encontraron escondida entre la ropa “una defensa eléctrica taser”, por lo cual le propusieron para sanción. Tras ello, se marchó y los agentes le realizaron un “seguimiento discreto”, en el cual comprobaron que cogía un vehículo estacionado al comienzo de la calle José María Acuña. “Alertados por si volvía sobre sus pasos, los policías lo siguieron y unos minutos después vieron que, cuando circulaba por Travesía de Vigo, giraba hacia la calle Asturias, entrando en dirección contraria”, relata la Policía Nacional en un comunicado emitido este martes.
Tras activar las señales acústicas y luminosas del vehículo policial, los agentes interceptaron el automóvil en la confluencia con la calle Numancia e interrogaron al conductor, a la vez que realizaban una requisa del interior y un nuevo cacheo. Fruto de ello, localizaron entre sus ropas un collar estrangulador y una navaja. Además, bajo el asiento había una pistola con su correspondiente cargador. Al buscar de modo más pormenorizado se hallaron “varios cartuchos más” distribuidos por diferentes zonas del vehículo.
Por todo ello, se procedió a su detención, además de solicitar la presencia de una dotación para realizar un control de drogas, que arrojó un resultado positivo. Por este motivo, se pidió la presencia de la grúa municipal para que trasladase el coche al depósito municipal de vehículos.