El portavoz del grupo municipal socialista, Carlos López Font, explicó en la sesión extraordinaria del Pleno de la Corporación las medidas tomadas al amparo del Plan de Emergencia Municipal (PEMU) que, según señaló, fue activado a las 13:50 horas del domingo 15 de octubre con un funcionamiento basado en tres ejes: el director del PEMU -el alcalde-, los servicios operativos y la ciudadanía que trabajaron «cohesionados y permitieron actuar con eficacia y salvar la vida de las personas».
Segundo expuso y, al amparo del PEMU, se creó un puesto de mando avanzado dirigido por Abel Caballero y conformado por los dos Tenientes de Alcalde, los concejales de Seguridad y y Gestión Municipal y los jefes de la Policía Local y de los Bomberos, entre otros responsables, que recorrió los lugares afectados por el fuego: Sobreira, Zamáns, Valadares, los montes Alba y Pozos, Freixo, Fragoselo, Teixugueiras, Avenida de Europa, Samil, Alcabre, Matamá, la Avenida de Camposancos y Roteas. López Font apuntó que este puesto «facilitó la atención al estar dónde había que actuar con un resultado altamente eficaz» y destacó que la situación quedase controlada a las 5:00 horas de la mañana, 16 horas después de activarse la alerta y con 93 incendios provocados.
En lo referente al operativo dispuesto, el portavoz socialista relató que participaron 99 bomberos, tres veces la plantilla, 110 policías locales, 40 voluntarios de Protección Civil y efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil así como 18 coches policiales, 3 de los GOA, 3 de atestados, 7 de servicios y 14 motos. Los bomberos contaron con dos coches con 15.000 litros de capacidad y 9 camiones. Además, López Font relató las distintas aportaciones de las concejalías y la atención prestada a los afectados facilitándoles el alojamiento en hoteles y mismo habilitando el colegio Tintureira para quien no quería desplazarse la otro espacio.
Por el contrario, apuntó que la Xunta de Galicia no decretó el nivel de emergencia de riesgo para la población y las casas hasta las 20:30 horas de la tarde y criticó que el Delegado de la Xunta en Vigo no se pusiera en contacto con el Ayuntamiento como «le correspondía», mientras el alcalde vigués informó de la situación al presidente de la Xunta a las 22:00 horas de la noche.
Tras la exposición del gobierno local, Rubén Pérez, portavoz de Marea de Vigo, apuntó que «no nos fiamos ni una coma del operativo que se montó» criticando que el puesto de mando avanzado no había estado en el Ayuntamiento sino circulando por los fuegos cuando «es fácil que habían quedado aislados, que había fallado la comunicación» y aludió a la falta de efectivos en bomberos y recursos para hacer frente a una situación de crisis como la acontecida. Pidió la creación de una comisión de trabajo para hacer un nuevo plan de emergencia actualizado y adaptado a uno nuevo contexto de sequía en la ciudad así como la habilitación de un cinturón agrícola de seguridad entre el monte y las casas.
Elena Muñoz, portavoz del grupo municipal popular, acusó al gobierno de «venir a contarnos una película, un relato hecho la medida a posteriori de los hechos, que no es la verdad del que pasó» porque, a su juicio, hubo «descoordinación, desinformación e improvisación». Apuntó que Vigo no estaba preparado para la situación sobrevenida, negó que la alerta se había activado a las 13 horas del domingo y criticó que el puesto de mando encabezado por el regidor había andado «de aquí para allí» cuando los bomberos y la policía se presentaron voluntariamente, muchos fueron «mandados para casa y no tenían un solo mando dando órdenes».
Carlos López Font acusó a los grupos de la oposición de demagógicos y de vivir «alejados de la realidad» ya que el PEMU se aplicó íntegramente y defendió que el puesto de mando avanzado no tenía que «estar en los despachos» sino recorriendo los incendios para evitar «desgracias personales y materiales».