La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra que condenó a doce años y nueve meses de cárcel a un acusado de intentar matar a su mujer, con la que se encontraba en trámites de divorcio, empotrando contra otro vehículo el coche en el que viajaban, a la altura de Rande.
El tribunal lo sentenció como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa y de otro de intento de homicidio respecto al conductor del turismo contra el que colisionó a propósito. El TSXG considera que los magistrados de primera instancia explicaron “perfectamente los motivos por los que concluyen que sí hubo ánimo de matar”. Así, indica que el acusado se lamentó de no haber conseguido matar a la mujer, “y así lo expresó de viva voz”. Además, tal y como recoge la Sala, en el siniestro no hubo huellas de frenada.
“Un coche a más de 120 kilómetros por hora colisionando contra otro es un instrumento apto para producir la muerte de los ocupantes de cualquiera de los vehículos, riesgo que, como dice la Sala, al menos integra un dolo eventual de homicidio”, indica el alto tribunal gallego en la sentencia en la que desestima el recurso del acusado.
Sobre la alegación de que carecía de motivo para querer matarla, el TSXG considera que “lo que provocó semejante determinación fue la negativa de la mujer a contestar a su insistente pregunta de si le había sido infiel, lo que encolerizó al acusado”. Los jueces concluyen que su voluntad homicida es “incuestionable”.
Según explicaba el fiscal en su escrito de acusación ante la Audiencia, el hombre no había aceptado de buen grado la decisión de su esposa de divorciarse y a pesar de no convivir intentaba mantener el contacto con ella, acudiendo a su domicilio o hablando por teléfono, reprochándole siempre que lo engañase con otro.
Eso le llevó a esperarla un día en la calle en Vigo y pedirle que se tomara algo con él para hablar de su hija. La mujer accedió y se subió al coche. Según la acusación, ante la negativa de ella a desvelarle si le había sido infiel, él entró en la autopista AP-9 y la amenazó con empotrar el coche contra un camión para morir los dos.
Tras un forcejeo para quitarle el teléfono con el que ella quería alertar a las autoridades, el hombre aceleró y chocó contra el coche que les precedía, no sin antes llevarse por delante pivotes de las obras de ampliación del puente de Rande.