Vigo ha sido escenario este fin de semana de una nueva agresión violenta, en este ocasión con el posible agravante de tratarse de un ataque homófobo. Dos chicos han denunciado haber sido golpeados por un grupo de jóvenes que fue a por ellos poco después de que se besaran. Ambos sufrieron daños personales y tuvieron que ser atendidos por profesionales sanitarios después de llamar a la Policía Nacional para solicitar su ayuda.
Los hechos se produjeron en la madrugada del sábado al domingo en la plaza de Portugal. Eran en torno a las 04.00 horas y los denunciantes, junto a otros amigos, decidieron pararse en un banco cerca del que había unas botellas metidas en una bolsa. Todo apuntaba a que pertenecían a otros jóvenes -cinco varones y dos mujeres- que se encontraban tres metros detrás. Sin embargo, no dijeron nada en ese momento por mover sus pertenencias.
Pasado un tiempo, en torno a diez minutos según relata Iván, uno de los afectados, a VIGOÉ, él y la otra víctima se besaron. Entonces, solo transcurrieron “uno o dos minutos” hasta que el otro grupo les abordó mientras le echaban en cara que hubiesen tocado sus botellas. No obstante, creen que esta circunstancia fue utilizada como excusa para pegarles por haberse besado en público. Recibieron varios puñetazos en diferentes partes de cuerpo y se libraron de que las patadas lanzadas les alcanzaran. La peor parte se la llevó el otro chico, que prefiere no hablar ni dar su nombre.
Una vez que consiguieron que cesara el ataque, los jóvenes llamaron a la Policía Nacional, que no tardó en aparecer. Los agresores huyeron rápidamente, por lo que su localización será complicada. En la tarea podrán ayudar las cámaras de seguridad del aparcamiento subterráneo de la plaza, siempre y cuando los autores de las lesiones hayan escapado en dirección a la calle Uruguay. En todo caso, los agentes tomaron nota de la descripción física de los sospechosos y las víctimas presentaron la pertinente denuncia.
Además, fueron atendidos en el Hospital Álvaro Cunqueiro tras pasar por el PAC de Pizarro. Mientras Iván padece un moratón, arrastra un traumatismo en un codo y tiene una muela rota, el otro joven sufre hematomas y un desvío del tabique nasal que está pendiente de ser valorado por un cirujano.
Ambos encuadran el caso como una agresión homófoba. “Querían pelea. No estamos en su cabeza y nos cuadra que fue por el beso. Pasó tiempo desde que movimos las botellas y no hicieron nada por ese motivo. Nos atacaron poco después de besarnos”, explica Iván.
Los dolores van desapareciendo poco a poco, según comenta. Lo que no se va es esa “sensación rara” de haber sido atacado “sin venir a cuento”. “¿Por qué me tienes que pegar? No tienes que agredir a nadie por ningún motivo”, añade el joven, que espera que la denuncia “vaya adelante”.
Al menos, reconforta el hecho de que la noticia, de la que han dado cuenta colectivos LGTBIQ, haya generado una ola de apoyos. “No paro de recibir mensajes”, comenta sin olvidar que su amigo ha resultado más afectado.
Comunicado de PVLSE
La asociación PVLSE y el Observatorio contra la LGTBIQfobia han condenado “rotundamente” esta “agresión homófoba” a través de un comunicado. En él, exigen la “libertad género-afectiva en nuestra ciudad” y la intervención de las administraciones públicas y de los movimientos sociales para “frenar la escalada violenta y concienciar a la población sobre la diversidad sexo-genérica”.
“Por desgracia, éste no es el primer caso. El colectivo LGTBIQ sufre de modo reiterado estas agresiones. Esto ahonda en la sensación de no contar con espacios públicos en los que poder desarrollar sus actividades de vida u ocio de forma segura”, sostienen.
Ambas entidades consideran que estos hechos “se acrecientan” de manera “notoria” debido a la “sensación de impunidad que reflejan la pasividad judicial, la connivencia de algunos medios de comunicación y los mensajes cotidianos de odio a través de las redes sociales”.
“Pese a todo, sus agresiones no nos amedrentan, sino que nos dan más razones para continuar con nuestra lucha por una sociedad u una ciudad libre de delitos de odio”, finalizan.