La investigación abierta por la Comisaría de Vigo tras el macabro hallazgo la noche del sábado de un cadáver maniatado en Chapela no descarta por el momento ninguna hipótesis. La primera inspección ocular realizada por la Policía Científica no localizó ningún indicio de violencia en el cuerpo sin vida de Ramón C.P., de 53 años y vecino de la calle San Telmo.
El cadáver encontrado por un amigo que dio la alerta estaba tumbado en el suelo del salón. El cuerpo estaba atado por las rodillas y las manos. Además, también tenía la boca tapada y una bolsa de la cabeza, pero no se encontraron golpes ni lesiones de arma blanca que pudiesen haberle provocado una muerte violenta.
A falta de los resultados definitivos de la autopsia que se practicará en el Hospital Nicolás Peña de Vigo, todo apunta a el hombre falleció ahogado, pero este extremo deberán confirmarlos los médicos forenses. En cualquier caso, la Policía encontró la puerta de la vivienda cerrada por dentro y en el interior del domicilio estaba su perro sano y salvo.
Todos los elementos encontrados hasta el momento no aclaran un supuesto homicidio y el hecho de que hace unos meses se localizase a otro hombre fallecido en Vigo en extrañas circunstancias, deja abierta la opción de una muerte voluntaria.
El hallazgo se registró sobre las 20:30 horas de este sábado cuando un amigo de la víctima acudió a su domicilio alertado por la falta de noticias y al no tener respuesta a sus llamadas. En el domicilio, ubicado en la calle San Telmo de la parroquia redondelana (bajada a Arealonga), se encontró con la macabra escena.