«DEP compañero. Non temos forma de xestionar esta dor Sergio. Quedaste como recordo eterno neste servizo e nos nosos corazóns!«. Con este mensaje los Bomberos de Vigo despedían este sábado el peor día de su historia.
Sergio Sanlés Domínguez, vigués de 49 años, casado y con dos hijos, perdió la vida este 25 de mayo de 2024. La desgracia se cebó con la plantilla del cuerpo de Bomberos de Vigo. Sergio acumulaba veinte años de trabajo como bombero. Antes había también sido agente de la Policía Local de Vigo.
A lo largo de los 125 años de historia del servicio municipal contraincendios nunca se había registrado una tragedia como la vivida esta mañana.
El oficial Guillermo Domínguez, jefe del servicio de Bomberos, comparecía desolado ante los medios de comunicación. «Nunca pasó una desgracia así», señaló antes de explicar que se trataba de una servicio habitual. «Era una intervención rutinaria, de las muchas que tenemos en Vigo», añadió.
Perpiaños de granito
Según explicó, se trataba de un edificio abandonado con la cubierta en mal estado. El lugar era un callejón del número 127 de la Avenida de Beiramar. «Acudió desde Coruxo el retén completo, visualizó, comprobó y balizó la zona», relata. Cuando los bomberos dieron aviso a Urbanismo, en ese momento parte de la primera planta se vino abajo y lo cogió de lleno. Perpiaños de granito de gran volumen se desprendieron sobre la víctima.
Los servicios de emergencia del 061 no pudieron hacer nada por salvar. «Son desgracias que ocurren y esta vez se llevó la vida de un compañero», concluyó.
«El corazón roto»
El colectivo de bomberos de Vigo difundió posteriormente un comunicado en el que se pronuncian tras la muerte de un compañero. «Informamos con el corazón roto por el fallecimiento de nuestro compañero y amigo Sergio. En estos momentos solo tenemos fuerzas para acompañar a la mujer e hijos de Sergio», transmiten.
«En estos momentos es cuando todos los bomberos somos la familia que necesita ser fuerte para no dejara nadie desprotegido«, concluye el comunicado.