Los agentes de la Policía Nacional fueron de los primeros en llegar al lugar de los hechos este jueves tras el derrumbe de la parte trasera del edificio situado en la confluencia de las calles República Argentina y Areal. Junto a ellos, compañeros del cuerpo municipal, de los bomberos y del 061-Urxencias Sanitarias. Estos últimos acudieron por precaución, ya que no parecía haber heridos, como así se confirmó finalmente. Los componentes de la Comisaría de Vigo-Redondela ayudaron a asegurar y acordonar la zona y, una vez pasado el peligro, dejaron constancia de cómo había quedado.
Valiéndose de un dron, registraron el estado del inmueble, que llevaba tres años tapiado por orden del Concello de Vigo. El alcalde, Abel Caballero, desveló que en su día fue necesario expulsar “por razones de seguridad” a un grupo de ocupas que permanecía en el interior. Este jueves se mostró satisfecho por la decisión tomada ya que, de haber residentes, ahora estaríamos hablando de una “desgracia”.
La fortuna se alió también con los clientes del gimnasio Coliseum, que permanece cerrado por las restricciones sanitarias. Las pistas de pádel que hay en el patio interior al que fueron a parar los restos del edificio estaban vacías. Los responsables del centro deportivo emitieron un comunicado en el que revelaban la existencia de “importantes” daños materiales en sus instalaciones y anunciaban la cancelación de las actividades de pádel hasta nuevo aviso “aunque volvamos a abrir el centro en la fecha que indique la Xunta de Galicia”. Además, la Policía Nacional informaba de desperfectos en dos coches aparcados en las proximidades.
Mientras, los vecinos del lugar, que corroboraron que el edificio llevaba mucho tiempo en estado ruinoso, relataron que sintieron un fuerte “estruendo” y un “temblor” en el momento en el que se produjo el derrumbe. Fue poco antes de las 11.00 horas y algunos de ellos dieron cuenta de lo ocurrido a través de las redes sociales.