La madre y los hermanos de la víctima, los artistas y el público en general protagonizan un montaje de ocho minutos que recoge las motivaciones que llevaron a organizar el evento, los discursos que se pronunciaron o las actuaciones que brindaron los diferentes músicos que se subieron al escenario. También se puede apreciar perfectamente el resultado de la preciosa obra pintada por el artista urbano Pow en recuerdo a Déborah.
Todo con el objetivo de “que no se olvide” lo ocurrido y de que una nueva investigación pueda conducir a esclarecer quién acabó con la vida de la joven el 30 de abril de 2002. Ese mismo día, pero de 2019, tal y como refleja el vídeo a su conclusión, Vigo todavía sigue gritando “Justicia”.