Según pudo saber Vigo Última Hora, F.B.A., de 46 años, abandonó este fin de semana la UCI del Hospital Xeral y fue pasado a planta. Ingresado con politraumatismo, fuerte golpe en la cabeza, fractura de pelvis y afectación de un pulmón, su salud ha mejorado en las últimas horas y los médicos han decidido que ya no era necesario mantenerlo en cuidados intensivos. Su compañero, A.P.R., de 42 años, recibió el alta en la clínica Povisa y ya se encuentra en su domicilio.
Ambos pertenecen al destacamento de Tráfico de O Porriño y durante los últimos días recibieron la visita de los máximos responsables de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia y Pontevedra, así como de la jefa de la Dirección General de Tráfico en la provincia.
El accidente se registró el martes 17 de febrero en el punto kilométrico 2,800 del tramo V de la AP9 cuando un turismo se averió en un tramo de carretera en el que el arcén es inexistente. La Guardia Civil recibió la alerta del conductor, de 43 años e identificado como P.C.I.I., y envió una patrulla a la zona. Al llegar, uno de los agentes descendió para prestar auxilio y se colocó justo delante de su vehículo, mientras que su compañero permanecía en el interior del todoterreno.
Cuando agente y conductor estaban hablando, llegó por sorpresa el impacto. El camión ni siquiera frenó, como prueban las marcas dejadas en la calzada, y arrastró durante 50 metros a al coche patrulla. El guardia civil fue arrollado por su propio coche y, tras impactar con la luna delantera, salió despedido, quedando tumbado entre el camión y el quitamiedos.
El conductor del turismo pudo esquivar el golpe y tan solo sufrió un esguince cervical, mientras que el segundo agente quedó aprisionado en el todoterreno, aunque pudo alertar él mismo por radio a la central de la Guardia Civil. Su excarcelación fue muy laboriosa y los bomberos de Vigo necesitaron 40 minutos para sacarlo por el portón trasero.