El incendio de la pasada madrugada en un edificio en Vigo, en el que murieron una madre y tres de sus hijos menores, movilizó a todos los bomberos disponibles en ese momento en la ciudad, un total de 17, cifra que está por debajo del mínimo necesario decretado por el propio Ayuntamiento.
Así lo han denunciado fuentes sindicales, que han recordado que el propio gobierno municipal estableció por decreto que el número mínimo de bomberos que tiene que haber para garantizar la seguridad en la ciudad es de 20 (más un jefe de servicio, que no hace tareas operativas).
En el turno de noche de este miércoles, el número total de bomberos disponibles era de 17 (de ellos, uno hacía funciones de telefonista), por debajo del mínimo «una vez más», y todos fueron movilizados para actuar en el fuego del inmueble de Alfonso X el Sabio.
Los sindicatos han advertido de que, en ese momento, el número de efectivos que quedaban en los parques para otra eventual actuación era de «cero». «Ha habido suerte, porque el parque de Coruxo no estaba cerrado, que es algo que ha pasado reiteradamente por falta de efectivos, y porque no hubo otra actuación simultánea», han indicado las fuentes consultadas.
Las mismas fuentes han recordado que, hace tres semanas, cuando se produjo un incendio en el punto limpio de la ciudad, los bomberos disponibles eran 12 y que, por primera en la historia, el servicio de extinción de Vigo tuvo que contar con refuerzos de parques de fuera de la ciudad (Mos y Val Miñor).
Así, han vuelto a denunciar que la falta de personal en el servicio es un «problema crónico» desde hace años y que las ofertas públicas de empleo están paralizadas y no se toman medidas para incrementar la plantilla. Al respecto, han alertado de que «es cuestión de tiempo» que la falta de personal vuelva a quedar en evidencia en otra situación de emergencia.
Los sindicatos llevan años denunciando la falta de personal en este servicio y, de hecho, convocaron en 2019 una huelga indefinida que se prolongó durante más de un año y medio, para denunciar ese déficit en la plantilla y para mostrar su rechazo a un decreto municipal que suspendía los descansos de los bomberos y les imponía la realización de horas extras.
Los juzgados declararon nulo ese decreto y también invalidaron el decreto de servicios mínimos aprobado por el gobierno municipal con motivo de la huelga, ya que obligaba a trabajar al mismo número de efectivos que habitualmente estaban disponibles.
Desde entonces, aunque se han incorporado nuevos efectivos, siguen siendo insuficientes según los sindicatos, ya que se siguen produciendo jubilaciones y quedan ofertas de empleo público sin ejecutar.
Respuesta del Concello
Preguntada por el número de bomberos en los parques municipales, la concejala de Seguridad, Patricia Rodríguez Calviño, ha afirmado que se «confunde» el número de efectivos que hay dentro de los parques, con «el número de efectivos necesarios para una intervención de bomberos».
Según ha indicado, «el número necesario para la intervención» fueron los efectivos que participaron en el dispositivo y ha añadido que, de hecho, no hizo falta la intervención de los bomberos movilizados desde el parque de Coruxo ni de la motobomba.
Ante la insistencia, sobre el número total de bomberos disponibles, Rodríguez Calviño ha apuntado que no disponía de esa cifra, y que solo tenía conocimiento de los efectivos que habían participado en el operativo.
El incendio se inició en la planta baja
El sargento jefe del Parque de Bomberos de Vigo, José Villar, ha confirmado que el incendio se inició en la planta baja del inmueble, en las inmediaciones del vestíbulo y que los efectivos antiincendios llegaron en seis minutos, unos tiempos «más que aceptables».
Sin embargo, tal como ha dicho, el problema radicaba en el propio edificio, que ya era conocido por los bomberos, por lo que preveían un rescate «complicado». Pese a reconocer que el incendio «no fue complicado de apagar», la preocupación se centraba en salvar a los vecinos.
En este sentido, Villar ha explicado que se trataba de un bloque «sin ningún tipo de sistema contra incendios» y que estaba ocupado por muchas familias con niños. «Conocíamos las viviendas. Esto nos hacía prever un rescate complicado», ha indicado, añadiendo que esta situación provocó que se gestionase la salida de los 15 efectivos que, según ha dicho, había en ese momento en la ciudad disponibles.
«Los que conocemos la ciudad y trabajamos en ella tenemos apuntados una serie de inmuebles que nos preocupan. Como profesional, este era uno de los que nos preocupaba», ha reconocido, apuntando sobre todo al «horario nocturno», cuando el edificio estaba «a tope».
Tras informar de que el fuego se inició en el vestíbulo, donde había una moto, bicicletas y enseries varios, Villar no ha querido entrar a valorar si se trató de un incendio intencionado, indicando que tendrá que ser la Policía Científica la que investigue el caso.
Líneas de investigación
Por su parte, la Policía Nacional mantiene abiertas todas las líneas de investigación sobre el incendio a la espera del informe que están elaborando los agentes de la unidad Científica.
Fuentes policiales consultadas por Europa Press aseguran que los agentes «no descartan ni confirman» que haya intencionalidad en el fuego o que se produjese de forma fortuita.
Otras fuentes de la investigación han subrayado, tras ser preguntadas por una posible intencionalidad, que por el momento «se investigan todas las posibilidades».
Todo ello después de que los vecinos sobrevivientes a la tragedia denunciasen ante los medios de comunicación que el incendio había sido intencionado, apuntando directamente a un varón, que habitó en el quinto piso del inmueble y que fue expulsado hace semanas por «conflictivo».
Precisamente varias personas que residieron en el edificio aseguraron que se fueron de allí por culpa de este hombre y los problemas que provocaba, llegando incluso a haber alguna pelea con navajas, según relatan.
En una ocasión, cuando el varón fue echado finalmente de su piso habría dicho: «Si no vivo yo, aquí no va a vivir ni Dios», siempre según apuntan vecinos.
Ellos defienden, a diferencia de las primeras informaciones de las autoridades y de los bomberos, que el fuego de esta madrugada se inició en el quinto piso y en la entrada, creando una «ratonera» que no permitía salir a nadie del edificio.
Pese a todo, fuentes de la investigación consultadas por Europa Press han indicado que por el momento «no hay indicios» de que el incendio haya sido provocado, por lo que habrá que esperar al informe de la Policía Científica. Asimismo, han subrayado que no se ha identificado ni se ha detenido a ninguna persona y no se descarta que el fuego fuese fortuito.
Además, han añadido que no constan denuncias de los vecinos contra el supuesto varón causante del incendio y han indicado que las primeras investigaciones apuntan a que esa persona no estaba por la zona en el momento de los hechos.