El Juzgado de Instrucción 2 de Tui emitió una resolución el pasado 28 de diciembre en la que considera que en este momento no procede tomar declaración al único sospechoso de la Policía en el caso de la muerte de la joven viguesa Déborah Ferández-Cervera, han informado este jueves fuentes judiciales. Según el auto del juzgado, hay «sospechas fundamentadas en las contradicciones” del sospechoso, el exnovio de Déborah, que “no se refieren a aspectos fundamentales del hecho delictivo”, de modo que no procede su citación.
El auto recuerda que la Audiencia desestimó citar a declarar como investigado al sospechoso si no se obtenían nuevos indicios. Eso dio lugar a nuevas testificales que, según el auto, “no arrojan indicios contundentes e incontestables que permitan sostener una imputación”.
El auto considera, además, “poco relevante” el resultado procedente del Instituto de Toxicología de Madrid en relación a las fibras halladas bajo las uñas del cuerpo de Déborah, exhumado el pasado 18 de mayo en busca de nuevas pruebas.
Esas fibras, que coincidirían con las de una ropa de cama que había pertenecido al principal sospechoso de la Policía, no sirven para apuntar “ni siquiera indiciariamente” la presunta participación de esta persona en los hechos que se investigan.
Que se tomase declaración al sospechoso fue una petición de los abogados de la familia de la víctima, los cuales solicitaron públicamente a la justicia el pasado 9 de diciembre, en una rueda de prensa, que o lo citaba a declarar como investigado o que, en caso contrario, se cerrase la causa.
La respuesta del juzgado llega dos días después de que Vigo se haya echado de nuevo a la calle para reclamar justicia para Déborah, en una concentración convocada por la plataforma Feminismo Unitario de Vigo a la que acudieron al menos 200 personas y en la que la familia de la joven mostró su frustración.
“Este sí que es un grito de desesperación. Vemos que quedan cuatro meses para la prescripción del delito y que la justicia sigue sin hacer lo que corresponde. La Fiscalía sigue sin mover un dedo, sólo ha pedido una prueba pericial en dos años de instrucción y para mí eso no es un juzgado de instrucción, es una inocentada como la de hoy, 28 de diciembre, que nos llevan haciendo durante 18 años. Y basta ya”, dijo antes del acto Rosa Fernández, hermana de Déborah.
Rosa calificó entonces de “demoledor” el escrito de 44 páginas que la familia presentó en el juzgado para que se citase a declarar como investigado al único sospechoso de la Policía, pero su intento ha vuelto a resultar baldío.
Ahora, las posibilidades de que el caso prescriba avanzan a marchas forzadas, puesto que el Juzgado de Instrucción 2 de Tui dará carpetazo al caso el próximo mayo, cuando se cumplan 20 años desde que el cadáver de Déborah apareció en una cuneta en O Rosal.