El Juzgado de Primera Instancia número 5 de la ciudad olívica ha dictado para José Antonio V.V, conocido como el anciano ‘rayacoches’ de Vigo, una medida de apoyo para el ejercicio de la capacidad jurídica. Asimismo, ha designado como curadora a la Fundación Pública Gallega para la Tutela de Personas Adultas (FUNGA), según ha informado este jueves el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
Esto implica que el jurado ha declarado la incapacidad de este octogenario que durante años se dedicó a rayar vehículos estacionados y a introducir palillos en sus cerraduras. A partir de esta sentencia, dictada el pasado 6 de octubre, no tendrá que responder penalmente por las varias causas que tenía pendientes.
Para este jueves estaba prevista la celebración de un juicio en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo, en el que la Fiscalía acusaba al anciano de haber introducido palillos en quince automóviles. La vista ya no se celebró una vez se supo de la sentencia de la semana pasada.
La Fiscalía, en todo caso, pedía su absolución atendiendo al eximente de su incapacidad psíquica, aunque reclamaba para él, como responsabilidad civil, el pago de una indemnización de más de 10.300 euros para los propietarios de los vehículos perjudicados.
El ‘rayacoches’ de Vigo acumula varias detenciones por hechos similares y se le considera responsable de cientos de acciones como las descritas. En el juicio previsto para este jueves se iban a juzgar hechos ocurridos entre enero y mayo de 2018, cuando rayó e inutilizó las cerradoras de quince vehículos, así como de un negocio y otros dos inmuebles.
La mayoría de sus ataques contra turismos aparcados se registró en los barrios vigueses de A Doblada y O Calvario. Por ello, fue detenido y multado en varias ocasiones, sin que cejase nunca en su actividad. En 2019, este mismo juzgado, especializado en familia, decretó su ingreso en una residencia geriátrica en Tui, meses después de ser internado a petición de la Fiscalía en el hospital Álvaro Cunqueiro para ser sometido a una evaluación psiquiátrica.
La Policía le atribuye la responsabilidad de los daños aparecidos en más de un millar de coches, ya que este octogenario ha estado años rayando vehículos e introduciendo palillos en sus cerraduras. Tanto es así que los vecinos de los barrios en los que actuaba llegaron a colgar carteles con su rostro para advertir a los conductores.