Este novedoso sistema permite instalar en cualquier punto un radar de velocidad sin que los conductores se percaten de su presencia. El radar utiliza una medición láser que ni siquiera los prohibidos detectores advierten su presencia. «Wall·e», como le denominan en algunas redes sociales por su parecido con el conocido robot de la película de Disney, vigila las vías de alta capacidad, y también carreteras secundarias para disuadir a los conductores en su velocidad.
Según datos de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, durante los últimos seis meses ha localizado a 36 conductores con el permiso de conducir retirado por sentencia judicial. Estas actuaciones se llevaron a cabo en el marco del plan especial de vigilancia de la Guardia Civil de Tráfico a los conductores peligrosos o reincidentes, en especial sobre los que pesa la retirada del carné, pero también a los automovilistas que acumulan varias sanciones graves al volante, como alcoholemias o conducciones temerarias.
En los últimos seis meses, los efectivos del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de la Comandancia de Pontevedra monitorizaron un total de 250 personas que tenían retirado el permiso de conducir por sentencia penal, dando como resultado la imputación de 36 conductores por un delito contra la seguridad vial, al ser sorprendidos e interceptados cuando conducían sin el permiso de conducción al tenerlo retirado por sentencia judicial.
Según las mismas fuentes, este tipo de conductas al volante están tipificadas en el Art. 384 del Código Penal y llevan aparejadas penas de cárcel de tres a seis meses o multas que van de los 12 a los 24 meses de trabajos en beneficio de la comunidad, así como el decomiso del vehículo para los casos más graves.
Durante este periodo de tiempo la Guardia Civil de Tráfico interceptó en la provincia de Pontevedra a 36 personas conduciendo con el permiso retirado judicialmente: 8 de ellos en las carreteras del municipio de Pontevedra, y el resto en los municipios de Cambados (5), Vilanova (5), Campo Lameiro (4), Meaño (2), Ribadumia (2) y el resto repartidos entre los municipios de Meis, Poio, Forcarei, Cuntis, Pontecesures, Caldas de Reis, etc.
Seis de los conductores imputados circulaban, además, superando las tasas máximas de alcoholemia: a tres de ellos se les imputó un nuevo ilícito penal por rebasar la tasa de 0,60 mg/l en aire y los otros tres lo fueron por la vía administrativa, otro arrojó resultado positivo en el detector de drogas, sobre otro de los conductores pesaba una orden judicial de ingreso en prisión y seis más carecían de seguro obligatorio.