La Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará desde este lunes 13 de diciembre, a los siete detenidos por su relación con el narcosubmarino hundido en la ría de Aldán en 2019 con más de 3.000 kilos de cocaína a bordo. En el banquillo de los acusados se sentarán los tres tripulantes de la embarcación, un vigués y dos hombres de nacionalidad ecuatoriana, que están en prisión provisional; y los otros cuatro gallegos implicados en la operación, detenidos todos ellos en tierra.
La Fiscalía solicita trece años y medio de prisión y dos multas de 300 millones de euros para los siete acusados por un delito contra la salud pública, agravado por la «extrema gravedad» de la cantidad de droga que movían y el uso de esta peculiar embarcación. Este narcosubmarino, el primero detectado en las costas gallegas tras cruzar el Atlántico, partió de Brasil en septiembre de 2019, según los investigadores, con más de tres mil tabletas de cocaína, que habrían alcanzado un precio en el mercado de unos 123 millones de euros.
La investigación de las autoridades españolas, en colaboración con la policía internacional, averiguó que la embarcación semisumergible iba a llegar a finales de noviembre a Galicia, por lo que desplegaron un amplio operativo de vigilancia para interceptarlos.
Comunicaciones interceptadas
Los agentes del ECO Galicia de la Guardia Civil, junto con la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera, interceptaron las comunicaciones entre las cuatro personas que recibirían la droga, concertando un barco para llevarla a tierra y su posterior traslado por carretera.
Pero al verse descubiertos, uno de ellos alertó a los tripulantes del narcosubmarino para que hundiesen la embarcación y llegasen a la playa con sus propios medios, con la intención de dejar la descarga de la cocaína para más adelante utilizando medios subacuáticos.
Hundido cerca de la playa
La rápida actuación policial permitió sorprender a los tripulantes llegando a la costa y vieron que a unos veinte metros de la playa se estaba hundiendo el narcosubmarino en el que habían cruzado el Atlántico y que habían decidido abandonar.
Casi todos los detenidos, salvo uno de los tripulantes que fue detenido en ese momento al intentar sin éxito huir a nado, fueron arrestados en días posteriores, salvo dos de los que esperaban en tierra, localizados en sus casas de Palma de Mallorca y Lleida meses después.